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martes, marzo 13, 2007

Pintura Anti Graffiti: Adiós a la Contaminación VisualDesde




Desde hace años que los graffitis se han convertido en parte natural del paisaje urbano no sólo de nuestro país, sino que del mundo entero, provocando una importante contaminación visual y dañando las superficies.
Desde monumentos históricos y+--- edificios públicos hasta señaléticas viales, mobiliarios urbano y carrocerías de microbuses, ningún espacio se salva y lo que alguna vez comenzó como una “expresión de arte” hoy es signo de vandalismo. Para combatir estos rayados, existen en el mercado varias soluciones que si bien no evitan que se haga un graffiti, sí permiten removerlo, sin afectar la pintura original y manteniendo la superficie limpia y sin daños. Sistemas de Remoción o ProtecciónLos sistemas de protección anti graffiti que se encuentran en el merado dependen de la superficie afectada y del método que se utiliza para retirar el rayado. Ricardo Daly, Gerente General de Beta Ltda. –empresa que provee productos para la protección de superficies- señala que el Sistema de sacrificio o Sistema temporal, consiste en una película o capa a base de cera que se aplica en una superficie. Cuando ésta es rayada, se retira el graffiti con solo aplicar agua tibia, pero al mismo tiempo se elimina la capa de protección, por lo tanto hay que volver a aplicar. “Esto se usa mucho en lugares que poseen pinturas a base de esmalte que no tienen porosidad, por ejemplo la cerámica, ya que la aplicación de producto mantiene la superficie lisa. Además, es de fácil aplicación por lo que puede ser utilizado por cualquier persona y es a prueba de lluvia y productos de limpieza”. El Sistema Permanente consiste en una capa de protección o impregnación que queda sobre la superficie, aun después de retirar el graffiti. Dependiendo de la capa protectora, los graffitis de retiran con agentes químicos. “Esto se usa para productos naturales como hormigón a la vista, adoquín, baldosa, ladrillo, enchape, etc., y la ventaja principal es que no posee solventes, por lo tanto se aplica con un pulverizador o pistola para que el producto penetre y cubra cada partícula o molécula del material, sin taparle los poros, bajando la tensión superficial, repeliendo cualquier mancha y protegiendo el color original del material”, agrega. Cabe señalar que este sistema no sólo sirve para eliminar graffitis, sino también para remover fácilmente chicles, manchas de aceite, grasas, comida, fricción mecánica, musgos en bordes de piscinas, rayados en vidrios y carrocerías de buses, etc.
Juan Carlos Sepúlveda, Gerente General de JS Arco-Iris señala que las ventajas de estos productos básicamente pasan porque no dañan la superficie intervenida, reduce los costos de mantención, y riesgos de accidentes y vandalismo, protege la inversión y la imagen corporativa, y se puede aplicar en múltiples lugares como carrocerías, vidrios, plásticos resistentes, metales, panel reflectante, mármol, grafito, piedra, ladrillo, hormigón, estuco, cerámica, aluminio pintado, entre otros. “Hay que tener claro que no se puede evitar que se haga un graffiti, pero sí removerlo, sin dañar la superficie base. Ahora, si la superficie no esta cubierta con algún producto, igual se puede remover el graffiti con otro tipo de productos y con la asistencia de un especialista”, agrega. Ricardo Daly señala que estos productos tienen un costo - beneficio que es absolutamente justificable. “Por ejemplo, la protección permanente cuesta del orden de $3.000 el m2, mientras que el sistema de sacrificio cuesta del orden de $1.200 el m2”.



¿Fenómeno Social? Juan Carlos Sepúlveda, señala el graffiti es un fenómeno social que está disperso por todo el mundo y se ha asentado en la sociedad como una expresión de los que no tiene expresión. “Estas soluciones se crean en los países desarrollados para contener el graffiti en recintos que son de gran importancia, como por ejemplo los patrimonios arquitectónicos. Por ejemplo, Paris gasta US$ 480 millones para erradicar el graffiti lo que demuestra que hay una disposición para combatir este fenómeno, cosa que en Chile no hacemos porque no hay voluntad gubernamental de exigir cumplir una norma”, agrega. Para combatir este fenómeno, Sepúlveda señala que la mejor manera es que apenas se haya un rayado sea borrado. “Esta batalla la dimos durante 3 meses en la estación Plaza de Armas y el resultado es que hace 5 años que no existe un solo graffiti en los accesos de la estación, por lo tanto se recuperó la estación y se cumplió el objetivo”. El ejecutivo añade que en general en nuestro país no hay cultura de parte de las empresas para eliminar la problemática, ya que no destinan recursos para aplicar estas soluciones. “Un ejemplo es que todas las carreteras urbanas no están cumpliendo la norma, ya que los letreros de señalética están rayados por lo tanto no indican lo que deberían, los muros de contención de puentes también están rayados, entonces son un peligro para quienes transitan por ellas”, señala. Por su parte, Ricardo Daly señala que falta información y difusión al respecto, aunque aclara que todo dependerá del dueño de la vivienda o empresa, ya que las industrias, , empresas o bancos siempre se preocupan de mantener limpia sus fachadas y aplicar estos productos. “La única manera de que el graffiti no tenga espacio en una superficie es que las personas o empresas no lo hagan durar más de 12 horas y en Europa se ha comprobado que la única manera de eliminarlo es esa”. Y agrega que “en el futuro una persona podría ir a una tienda de retail a comprar un protector con instrucciones claras para que lo pueda aplicar en la puerta de su casa. Actualmente tenemos envases de 25 litros, pero nuestra idea es producir envases más chicos, de un litro por ejemplo, para el mercado de la dueña de casa”. Por otra parte, Daly señala que otra forma de masificar estos sistemas es que al momento de construir una obra, el arquitecto especifique el uso de un protector en su superficie. “En el caso de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile, el arquitecto pidió la colocación de un protector que además permitiera que la superficie no se modificara en su apariencia. Ahora, hay una cosa curiosa porque el arquitecto lo puede especificar, pero la constructora es la que decidirá si destina recursos para aplicar este producto, o sea no es actualmente una prioridad”, concluye.

Hugo E. Pereira Gigogne
Arquitecto